Confort
El
confort es una percepción que podríamos describir como la sensación corporal de
sentirse bien, unida a la sensación de seguridad. El cuerpo humano siente frío
cuando los nervios sensores de la piel detectan una disminución de temperatura
y sienten calor cuando detectan un aumento. De esta manera podríamos decir que
el estado de confort es un estado de equilibrio en el que no hay reacción del
cuerpo. Pero las personas nos sentimos más cómodas cuando nuestros pies se
encuentran a una temperatura un poco más alta que nuestras cabezas. Pruebas fisiológicas
han demostrado que el clima más aceptable en el interior de la vivienda es
aquel en que la temperatura del aire al nivel de la cabeza se encuentra en un
margen de entre 19 y 21 ºC.
Nuestro
sistema de calefacción por suelo radiante RHONSOL es el que consigue estas
exigencias de confort de la manera más natural:
Porque nuestro
sistema emplea agua como elemento transmisor del calor, y no electricidad.
Porque
proporciona una temperatura ambiente cuyo perfil es el que más se aproxima a la
curva ideal de calefacción y además de manera homogénea en todos los puntos del
recinto.
Porque el calor por radiación es más agradable para las personas por su directa percepción. Nuestro sistema de calefacción por suelo radiante RHONSOL aporta el 70% del calor de esta manera y el 30% restante lo aporta por convección de aire.
Porque el calor por radiación es más agradable para las personas por su directa percepción. Nuestro sistema de calefacción por suelo radiante RHONSOL aporta el 70% del calor de esta manera y el 30% restante lo aporta por convección de aire.
Porque
el sistema de calefacción por suelo radiante (gran superficie emisora a baja
temperatura) contraria a la tradicional calefacción por radiadores (pequeña
superficie emisora a gran temperatura) dispone de la mayor superficie de
calefacción posible (todo el suelo). De esta forma Ud. puede disminuir la
temperatura superficial evitando las típicas escaldaduras al rozar los
radiadores.
Porque
gracias a la reducida diferencia de temperaturas entre el suelo y el ambiente,
la convección de aire (movimiento del aire) en el recinto está dentro del campo
ideal de 0.05 a 0.12 m/s, por lo que se convierte en el sistema más higiénico
al no haber movimientos del polvo en los recintos. De esta manera se evitan las
complicadas tareas de limpieza y pintado de radiadores y las manchas oscuras en
paredes por encima de ellos. El movimiento de aire caliente (convección) que
utilizan los sistemas de radiadores no solo afectan al movimiento de polvo en
el ambiente ya comentado, sino que además hace descender la humedad relativa
del ambiente con el consiguiente efecto que esto provoca (sequedad en las
mucosas y electricidad estática); por algo van equipados los hospitales y salas
de operaciones con calefacción por suelo radiante.
El
tener la superficie del suelo ligeramente templada hace que suelos fríos como
el mármol, el gres o la cerámica sean agradables. No es lo mismo que un niño se
divierta con sus juguetes en una habitación con 22ºC de temperatura ambiente
sobre un suelo a 25-27 ºC que si lo hace en otra con la misma temperatura
ambiente pero sobre un suelo a 15 ºC.
1.- El
señor Martínez, al reformar o edificar su vivienda, decide instalar un sistema
de distribución de calor por radiadores y, por tanto, como fuente de calor
instalará una caldera a alta temperatura. Su sistema de distribución de calor,
compuesto por tuberías empotradas y elementos emisores perfectamente definidos
para cada habitación, está integrado en la casa. Este señor debe saber que
modificaciones posteriores en el sistema de distribución (por ejemplo, aumentar
2 o 3 veces el tamaño de los emisores calefactores) van acompañadas de elevados
costes y en muchos casos son imposibles de realizar. Él ha
fijado el sistema de distribución de calor que deseaba y puede utilizarlo
durante 20 años como mínimo. A los 10 años el precio de la energía por él
utilizada ha evolucionado desfavorablemente. Piensa instalar una caldera a baja
temperatura y de muy alto rendimiento o tal vez, una bomba de calor o paneles
solares. Como el sistema de distribución del calor integrado que eligió no es para
alta temperatura, no podrá instalar una fuente de calor a baja, como es su
deseo, a no ser que renueve el sistema de distribución de calor de su vivienda
con los costes que ello conllevaría. Es decir, no dispone de flexibilidad para
adaptarse a las modernas fuentes de calor a baja temperatura. Su sistema de
distribución de calor no está orientado hacia el futuro.
2.- El
señor Fernández, instaló su sistema de calefacción por suelo radiante y como
fuente de calor una caldera a alta temperatura. Con esta decisión, ha
establecido las bases para cambiar en cualquier momento la caldera de alta a
baja temperatura, por ejemplo a los 5 años, sin grandes gastos. El señor Fernández tomó la decisión correcta en la fase de la obra al elegir un sistema
de distribución de calor que le permite utilizar la fuente de calor más
favorable económicamente en cada momento. Su sistema de distribución de calor
está orientado hacia el futuro.
RHONSOL
Empresa Especializada en Suelo Radiante
Ingeniería, Instalación y Mantenimiento
Nº Alta Registro Industrial 28/126174
Empresa Mantenedora Nº 823
Empresa Instaladora Nº 2106
Empresa Ingeniería y Consultora Nº406
Avda. Honorio Lozano 14
28.400 Collado Villalba
Madrid
info@rhonsol.com
Contacto Directo: 699 494 035
Horario Continuo de 8:00 a 21:30
De Lunes a Sábado
Ventajas
Económicas
Para
analizar este aspecto, vamos a imaginarnos dos ejemplos:
1.- El
señor Martínez, al reformar o edificar su vivienda, decide instalar un sistema
de distribución de calor por radiadores y, por tanto, como fuente de calor
instalará una caldera a alta temperatura. Su sistema de distribución de calor,
compuesto por tuberías empotradas y elementos emisores perfectamente definidos
para cada habitación, está integrado en la casa. Este señor debe saber que
modificaciones posteriores en el sistema de distribución (por ejemplo, aumentar
2 o 3 veces el tamaño de los emisores calefactores) van acompañadas de elevados
costes y en muchos casos son imposibles de realizar. Él ha
fijado el sistema de distribución de calor que deseaba y puede utilizarlo
durante 20 años como mínimo. A los 10 años el precio de la energía por él
utilizada ha evolucionado desfavorablemente. Piensa instalar una caldera a baja
temperatura y de muy alto rendimiento o tal vez, una bomba de calor o paneles
solares. Como el sistema de distribución del calor integrado que eligió no es para
alta temperatura, no podrá instalar una fuente de calor a baja, como es su
deseo, a no ser que renueve el sistema de distribución de calor de su vivienda
con los costes que ello conllevaría. Es decir, no dispone de flexibilidad para
adaptarse a las modernas fuentes de calor a baja temperatura. Su sistema de
distribución de calor no está orientado hacia el futuro. 2.- El
señor Fernández, instaló su sistema de calefacción por suelo radiante y como
fuente de calor una caldera a alta temperatura. Con esta decisión, ha
establecido las bases para cambiar en cualquier momento la caldera de alta a
baja temperatura, por ejemplo a los 5 años, sin grandes gastos. El señor Fernández tomó la decisión correcta en la fase de la obra al elegir un sistema
de distribución de calor que le permite utilizar la fuente de calor más
favorable económicamente en cada momento. Su sistema de distribución de calor
está orientado hacia el futuro.
El señor
Fernández conocía esto antes de tomar su decisión y no necesitará nunca obras por
motivos técnicos-energéticos.
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